La piedra natural ofrece unas condiciones de conservación, durabilidad y resistencia muy destacadas, siendo el material recomendable para la realización de pavimentos sometidos a altas exigencias de uso y climatológicas.
Las causas de las lesiones pétreas producidas han de ser subsanadas para resolver el proceso patológico que afecta a la piedra, pues reparar la lesión no implica la eliminación del origen de la misma, ya que seguirán manifestándose síntomas del proceso patológico.
Las causas de las lesiones pueden ser directas – la acción produce de forma inmediata una lesión – o indirectas, debidas a errores cometidos en el proceso de diseño y/o ejecución del pavimento.
Las causas directas se clasifican en función del tipo de lesión ocasionada. De este modo, se puede hablar de causas directas físicas, mecánicas y químicas. Nos centraremos en esta ocasión en las lesiones mecánicas, que son las causantes de lesiones como las grietas, las fisuras, los desprendimientos y la erosión y comprenden todas las acciones superiores que el elemento de piedra puede soportar.
Son las siguientes:
Sobrecargas de uso: son acciones mecánicas superiores que fueron previstas en el cálculo, tales como cargas y sobrecargas que producen grietas, fisuras o deformaciones en el elemento.
Impactos: derivados de la caída de cuerpos duros.
- Desgaste por abrasión: originado por la circulación del tráfico peatonal o vehicular.
- Roturas: en este tipo de patología se debe distinguir la posición de la rotura, pudiendo situarse en la unión mortero-elemento pétreo (debido a la falta de adherencia entre ellos) o en el propio elemento.
- Desprendimientos: se pueden producir por dilatación o por compresión de la estructura de sustentación.
En los desprendimientos por dilatación se recomienda actuar puntualmente sobre la fila de elementos adyacentes a la junta, de modo que se ejecute tal y como estaba prevista en proyecto.
El agotamiento por compresión provoca un asiento diferencial en las baldosas pétreas, lo que provoca desprendimientos por compresión de la estructura de sustentación. En función de la magnitud de fallo se realizan actuaciones diferentes: en todo el pavimento o en un solo punto.
Erosión o desgaste: para reparar los daños ocasionados por el desgaste, se podrá volver a realizar un acabado superficial idéntico al original o reemplazar el elemento pétreo dañado cuando la pérdida del material sea considerable.
Eva Portas Fernández
AREA CONSULTORÍA-TECNICA
FUNDACIÓN CENTRO TECNOLÓXICO DO GRANITO DE GALICIA