GRANITO DEL
FIN DEL MUNDO

EL ORIGEN DEL GRANITO

Existe en la costa atlántica de Europa una zona donde la piedra es algo más que piedra, es una forma de vida. Donde desde tiempos inmemoriales las tribus celtas construían sus monumentos en piedra. Una zona a la que el Imperio Romano, pueblo de grandes arquitectos, llamó Gallaecia. Es en esta región donde situaron su 'finis terrae', el lugar desde el que era imposible divisar nada más, el auténtico confín del planeta.

El área del 'Fin del Mundo', al noroeste de la Península Ibérica, constituye la primera zona de producción de granito en España, la segunda en Europa y la quinta en el mundo. El 80% del granito que se extrae en esta zona se destina a la exportación. Este es el producto de CKP: el Granito del Fin del Mundo.

LA PIEDRA, UNA TRADICIÓN DEL FIN DEL MUNDO

EL ORIGEN DEL GRANITO

El granito es una roca ígnea de gran belleza y una composición única: por su origen natural, no hay dos piedras iguales. Se trata de la piedra natural más dura y posee una alta resistencia a la abrasión, lo que la convierte en un producto muy apreciado desde la antigüedad. Desde la prehistoria, cuando las tribus lo usaban para crear sus lanzas, hasta el Imperio Romano o el antiguo Egipto, donde era popular su uso para la creación de obeliscos y otros monumentos.

A diferencia de otros materiales, cuya producción implica el uso de agentes químicos contaminantes, el granito es una piedra natural y totalmente reciclable. Durante su tratamiento solamente se utilizan procesos mecánicos. Esto convierte al granito en uno de los materiales más ecológicos y respetuosos con el medio ambiente.